Con los audífonos puestos y la vista siempre hacia el frente, así iba él. Se le veía yendo de un lado a otro, como alma en búsqueda, como quien no encuentra su lugar. Yo lo veía varias veces, porque a menudo coincidíamos en su lugar favorito: la biblioteca. En eso podíamos coincidir, tal vez por eso nunca me fue indiferente. Yo...